viernes, 23 de julio de 2010

Hipócritas


Realmente todos los aficionados al deporte, en realidad, somos unos hipócritas. Que nadie se enfade. No quiero insultar a nadie, soy la primera que se incluye. Pero realmente no hay otra manera de definir la actitud que tenemos en muchas de nuestras ocasiones.
Si a cualquiera de nosotros nos planteasen la siguiente situación, todos, tomaríamos una decisión diferente a la que le exigimos a los deportistas. A continuación voy a exponer un caso concreto para que se entienda mejor lo que pretendo trasmitir.
Uno de nosotros trabaja en una empresa. Dentro de ella lo designan como el mejor, el líder de la plantilla, el peso del proyecto se carga sobre su espalda. Sin embargo, hace tiempo que nos dijeron que nos tenían que revisar el contrato, sin embargo, aun no han tenido tiempo. No entendemos nada. Nos fijan como los puntos de referencia de la empresa a nivel laboral y de trabajo pero la remuneración económica sigue siendo la misma. Es decir, trabajamos más pero cobramos lo mismo. Más responsabilidades pero sin compensación.
Si lo pensamos bien todos exigiríamos que se nos recompensara por lo que trabajamos. De hecho todo el mundo quiere ascender en su empresa porque supone más remuneración económica derivado de ello. Pues bien, además, le añadimos la siguiente situación:
No tienen dinero para aumentarte el sueldo, te dicen que porque estamos en crisis económica y además la empresa tiene una gran deuda y no está en disposición de asumir nuevos costes. Sin embargo, de repente contratan a siete nuevos trabajadores, a los que pagan estupendamente bien y que aún no han demostrado nada. Me dicen ustedes que ninguno protestaría y exigiría que le mejoraran su situación. Eso no se lo creen ustedes. Mucho menos si a eso le añadimos que las mejores empresas del sector en el que trabaja están deseando incorporarlo a su plantilla y pagarle realmente por el nivel profesional que tiene.
¿Qué haríamos todos? Efectivamente, renunciaríamos a nuestro puesto es esta empresa y nos iríamos a la competencia, a las grandes empresas en las que si se va a valorar, tanto profesional como económicamente, mi trabajo.
Pues bien, si esta situación la extrapolamos al mundo del futbol es un caso concreto. Sí, todos los jugadores, más o menos, pueden vivir situaciones parecidas. Sin embargo, en estos momentos es Juan Manuel Mata el que está viviendo una situación como esta pero nadie parece entenderlo.
Pues bien, después de reflexionar teniendo en cuenta que nosotros somos los afectados, creo que todos entendemos mucho mejor a Mata. Y vuelvo a entroncar con el principio. Todos somos hipócritas, ya que queremos que Mata tome una decisión, tenga un comportamiento que nosotros en nuestra vida no la tendríamos.

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